La metodología combinó el análisis de literatura, análisis comparativo de fondos internacionales dedicados al financiamiento de la cultura y las artes, la revisión de las bases concursables y evaluaciones previas del programa, análisis estadístico de las bases de datos disponibles. Como información primaria se hizo una extensa investigación cualitativa que consistió en entrevistas en profundidad a actores claves, beneficiarios, postulantes, evaluadores y funcionarios del programa. Se hicieron además de grupos focales y talleres de diagnóstico los que permitieron identificar los principales desafíos de mejora del diseño. En una segunda etapa se llevaron a cabo talleres de co-creación con todos los actores antes mencionados, en los cuales, a través de la gamificación, se trabajaron distintas alternativas de rediseño. Finalmente se elaboraron indicadores detallados para el seguimiento del programa y la evaluación de sus resultados e impacto.

Debido a la complejidad del programa, el mayor desafío fue hacer tangible las alternativas de rediseño para lograr que las personas pudieran analizar y comparar sus implicancias. Para lograr este objetivo el equipo utilizó la técnica de la gamificación. Se transformó el fondo en un juego de mesa que permitía a las personas analizar las implicancias del rediseño propuesto según las perspectivas de los distintos actores involucrados. Esto funcionó muy bien como herramienta para facilitar la co-creación, haciendo tangible las y permitiendo una deliberación clara y fluida entre actores distintos entre sí.